Jaidar llamó a la puerta y el lugar parecía un verdadero cementerio el silencio era total, después de haber caminado cientos de kilómetros y surcado el Caspio, no tenía prisa, rodeó la propiedad, revisó los lugares comunes y solamente había un pozo del que tomó agua para después encaminarse al camino que había dejado, hasta donde había visto a los niños jugando, ahí estaba un jardinero que al parecer cuidaba los sembradíos, lo saludó con el Salam aleykum, temeroso de no poder entender el idioma del señor, al recibir la respuesta al saludo, se presentó.
Jaidar llamó a la puerta y el lugar parecía un verdadero cementerio el silencio era total, después de haber caminado cientos de kilómetros y surcado el Caspio, no tenía prisa, rodeó la propiedad, revisó los lugares comunes y solamente había un pozo del que tomó agua para después encaminarse al camino que había dejado, hasta donde había visto a los niños jugando, ahí estaba un jardinero que al parecer cuidaba los sembradíos, lo saludó con el Salam aleykum, temeroso de no poder entender el idioma del señor, al recibir la respuesta al saludo, se presentó como Jaidar Herati, el hombre le respondió en Turco de Azerbaiyán, un idioma que se parecía al suyo pero con algunas palabras desconocidas, entonces se sintió aliviado.
El jardinero era Ibrahim, comenzaron la conversación mientras el señor trabajaba, le contó el motivo de su visita y desde luego preguntó por la casa de la que nadie salió, Ibrahim le dijo que no estaba abierta más que en ciertos días a la semana y que solo con invitación de alguno de los miembros se podía entrar. Jaidar entonces le contó que llevaba meses andando con derviches visitando Dergas y Tekkes en todo el país y que no había visto ninguna cerrada, Ibrahim le dijo que esta era una Tekke muy pequeña y que únicamente operaba pocos días a la semana, además no había derviches en Chile o retiro, ya que era una comunidad con pocos recursos.
La charla continuó hasta que a lo lejos se escuchó la llamada a la oración, entonces se encaminaron al pueblo de Yenaquerd, al llegar una pequeña mezquita, mas pequeña que la casa del jardín de rosas. El pequeño lugar se llenó e incluso fuera en la calle la gente se formaba para rezar, el Imán se veía muy joven, acompañado de un jafiz con una voz privilegiada melodiosa y potente. Esta forma de rezar era la característica de los sunnitas otomanos del madjab Hanafi, muy hermosos suras se recitaron al finalizar las postraciones suplementarias. Ibrahim y Jaidar se despidieron ya que Ibrahim debía regresar a trabajar, no sin antes invitar a Jaidar a dormir a su casa que con gusto Jaidar aceptó. También al salir de la mezquita, conoció por medio de Ibrahim a Edip, un hombre de treinta y tantos años con el que se quedó platicando mientras caminaban hasta la pastelería del pueblo.
En la pastelería se encontraban cuatro personas, el dueño llamado Mujib, Sami, Jakup y un muchacho llamado Yuneit, muy amablemente recibieron al muchacho. Primero Mujib un hombre como de 70 años le dio la bienvenida ofreciéndole una fumada de narguile o elan como ellos le llamaban en Herat a la pipa de agua, Jaidar se sonrojó y no aceptó, entonces le ofreció un baklava hecho por él mismo, el joven aceptó e inmediatamente se le ofreció una taza de té muy caliente con mucha azúcar, todos los presentes comenzaron a beber y comenzó la plática. Todos quedaron fascinados por las aventuras y los sueños que Jaidar iba narrando con cada sorbo de té, mas pastelillos fueron saliendo y todos terminaron riendo y animando al joven a seguir platicando. Fue entonces que Mujib le preguntó en tono solemne “¿Cuáles son tus verdaderas intenciones? Y ¿que piensas lograr si entras en la derga?” Para entrar necesitas más que un sueño o unas visiones en un campo de batalla, necesitas disposición, sinceridad y el deseo de someterte a la voluntad de un maestro, en tu charla expresas orgullo por los logros obtenidos y un refugio en la memoria de tus amigos en donde guardas todo lo que algún día te saldrá mal, ¡vuelve a tu casa y cásate! Tu dolor no es auténtico”, agregó Mujib. Jaidar pasó de un idilio amoroso a un desencanto frustrante, con una mirada aplastante sobre Mujib, pensó “este que se cree, el aquí con su tiendita me va a decir que siento y que no, quien soy y hacia donde voy, he recorrido la mitad de Asia para caer enfrente de este sujeto”. En voz alta Jaidar contestó “los derviches me enseñaron a agradecer todo, incluso la agresión, agradezco su fina pastelería y su aromático té, pero es hora de retirarme asalamu aleykum.
Jaidar salió muy molesto y se retiró a donde no hubiera nadie, se quedó cerca de unos arbustos pensando en lo que le habían dicho y en si valía la pena quedarse o regresar a casa, al fin ya conocía el camino de regreso, se quedó dormido por unos instantes y al despertar el llamado para la oración de la tarde ya se escuchaba, se incorporó y corrió hasta la mezquita, en su mente estaba el evitar encontrarse con aquel pastelero y sus amigos, pero como llegó tarde tuvo que rezar fuera de la mezquita. Lo peculiar del momento es que el llamado a la oración incluía dos nuevas frases que ya había escuchado en Golestán pero que no había prestado atención.
Ashaduana Ali waliullah
Testifico que Ali es el amigo y santo de Dios
y
Jaya ala Jairul Amal
Vengan a confirmar la esperanza primordial
El Shiismo se iba a implantar pronto, después del paseo en barco con el embajador del sultán era muy improbable que otra guerra contra el Shiismo se llevara a cabo, lo mejor para ambas naciones era tratar de tolerarse y vivir en paz. Los shias también tenían derecho de profesar y de convertir personas, ese es el deber de todo musulmán llamar a la gente a lo correcto y el shiismo en este imperio era lo correcto, la identidad de las naciones se construye diariamente, es una lucha entre el ser, el deber ser y el poder ser, es la historia misma de los pueblos llevada a cabo por la gente común todos los días. Lo que sigue para los sunnis no va a ser agradable pero si ocurre son los designios de Allah y hay que enfrentar lo que sea con confianza y esperanza en Allah.
En la fila de oración Jaidar rezó al lado de alguien que se veía como una persona que está de paso, el hombre miró a Jaidar fijamente y se acomodó para rezar, al terminar y expresarse mutuamente el Asalamu aleykum, comenzaron sin querer a charlar. El hombre era Tayedin Valai que venía acompañado por su hijo Dariush, quienes venían del Caspio y pararon para descansar antes de llegar a Ardabil. Mucha gente paraba en ese lugar ya que era una población donde se podía descansar para comer algo, comerciar y seguir su camino entre el mar y la ciudad de Ardabil.
El señor Valai, tenía un semblante duro pero con una mirada dulce, le dijo a Jaidar como en un tono adivinatorio pero con la certeza de haber preguntado lo correcto, “¿estás buscando maestro? Tienes la capacidad para volverte un buen místico y debes aprovechar esto”, miró alrededor y dijo, “este lugar está lleno de ellos, el pasado nos forma, pero no nos condena, no arrastres las culpas y supéralas para volverte uno con tu maestro”, “¿Cómo puede hacer eso?” preguntó Jaidar a Dariush, “todo el tiempo lo hace es un buen derviche”, respondió Dariush. Jaidar boquiabierto quería preguntar, sin saber que, poseedor de una mente joven y curiosa, pero con un temperamento descontrolado y pletórico de ideas que quieren salir le preguntó, “Shaij, ¿Qué es mejor el sunnismo o el shiismo?”, “vaya pregunta, primero no soy shaij los derviches shias somos llamados Sha y al sufismo se le llama Irfan, para no tener problemas con las autoridades y los ulema. Dime si en alguna parte el sunnismo o el shiismo te piden que robes, mates o que te comportes de una manera incorrecta”, “pues no Sha”, contestó Jaidar, “¿Quién está mas cerca de Dios? Nadie puede afirmar eso mientras viva en este plano, este plano relativo de formas no es un lugar que se parezca al lugar donde está Él, Él está en todo lugar y es mas grande de lo que pudiéramos decir o imaginar, en ese sentido nadie le conoce realmente, entonces para mi todos están bien, un buscador de Allah, para mi es suficiente que se reconozca como tal sin fijarme en su raza o su religión, algo puedo aprender de él y algo le puedo enseñar”, respondió el Sha. Todo esto ocurría mientras los Valai se preparaban para partir amarrando su carga a las monturas. Se despidieron y Dariush le dijo, “no te preocupes tu maestro está muy cerca y feliz Ashura”.
Era verdad pensó Jaidar, el tiempo corrió muy rápido y estaban en el mes de Mujarram, el primer mes del año musulmán y estaban por celebrar el Ashura. El Ashura se celebra el día 10 de Mujarram y conmemora la salida de los hijos de Israel de Egipto, Jonás es expulsado del pez, el día en el que bajaron las aguas después del diluvio, Jesús fue elevado al cielo y desgraciadamente el día en el que fue asesinado el nieto del Profeta Muhammad, el Imam Hussein. Es un día de inmolación, de liberación en el que el esfuerzo y la paciencia del hombre son recompensados y el hombre tiene tiempo para reflexionar y agradecer, algunas personas ayunan desde el primer día hasta el décimo y otras únicamente el día décimo.
De pronto Ibrahim apareció y le preguntó a Jaidar, “¿Dónde te habías metido?” “Estaba por ahí con el señor Valai y su hijo”, respondió Jaidar, “bueno, vamos a la casa para que te prepare tu recámara y conozcas a mi esposa”, dijo Ibrahim. Al llegar a la casa Jaidar conoció a la esposa de Ibrahim, que se encontraba enferma, el señor tenía que atenderla y darle de comer, por eso perdió de vista a Jaidar durante la tarde. Ambos asistieron a la oración del anochecer y al volver Ibrahim había preparado un guisado muy especial, “perdón que no te ofrezca mas comida, pero con mi esposa enferma no hay mas que gorbe sabzi”, dijo Ibrahim. El guisado es un guisado de verduras con limón tradicional de Azerbaiyan, al partir el pan para comer Jaidar recordó el incidente en la pastelería pero no le comentó nada a Ibrahim. Ambos se quedaron charlando hasta la oración de la noche, entonces Ibrahim le dijo, “no vamos a ir a la mezquita, vamos a rezar aquí y a hacer una oración especial por el mes de Mujarram, no creo que los shias nos permitan hacerlo de otra forma”.
Al terminar el rezo, Jaidar inspeccionó con la vista el lugar y no parecía mas que el hogar de un musulmán devoto, una placa con el Bismillahi Rahmani Rajim, el sura del trono o Ayat Kusi bordado en verde y dorado, sellos con el nombre de Allah, el Corán en alto en una repisa y un libro abierto de gran tamaño, se acercó y reconoció algunos versos, no por el contenido sino por la métrica y el Farsi en el que estaban escritos. Jaidar comentó, “esto yo lo conozco, en la escuela nos aprendimos estos versos pero no los recuerdo completamente”, “es el Masnavi de nuestro maestro Muhammad Yelal al Din Rumi, seguramente como sabes Farsi lo reconoces,” dijo Ibrahim, “es cierto es mi lengua escolar aunque mis padres me enseñaron el Gaznavi, todos en Herat hablamos Farsi”.
“Es un libro muy importante para la enseñanza de los amantes de Allah, se le llama el Corán en Farsi y curiosamente el Pir Yelal al Din también era Gaznavi como tú, era de Balj”, dijo Ibrahim, “me imagino que sabes algo de memoria, podrías recitar algo”, solicitó Ibrahim. Jaidar inmediatamente se puso a recitar lo primero de lo que se acordó.
“Si no posees ojos no camines a ciegas;
Toma mejor un bastón en la mano
Si no tienes un bastón de introspección,
Entonces no camines sin un guía.”
Una vez mas por favor, pero mas musical como lo hacen en tu casa”, pidió Ibrahim, Jaidar respondió, “es verdad mis tíos y todos en la casa cantan estas recitaciones, no soy muy bueno por eso no lo hago pero por ese excelente gorbe sabzi lo haré”. De repente el muchacho comenzó a recitar en una forma tan melodiosa y hermosa que parecía que la casa se iluminaba. “¿Por qué escogiste ese verso?” Preguntó Ibrahim, “no lo sé simplemente fue el que se me ocurrió”.
Con una pausa en silencio, Ibrahim se quedó pensativo y le dijo, “soy un derviche del Pir Mevlana Yelal al Din Rumi, nuestra orden se reúne los lunes por la madrugada para efectuar la ceremonia del Sama, para ser miembro debes someterte a un Shaij, tal como lo hiciste con el Shaij Qalandar, el no te inició tal vez porque vio en ti algo para otra ocasión, estas de suerte, este lunes hay admisión de nuevos miembros, estos miembros deben ser recomendados al Shaij y el verá si eres capaz de volverte un derviche, en estos días que faltan puedo enseñarte algunas cosas y prepararte para tu encuentro con el Shaij”. Jaidar completamente sorprendido preguntó, “¿Por qué dice que puedo ser derviche?, hace unas horas fui cuestionado duramente y una hora después alguien me dijo que tenía aptitudes para convertirme en un místico, pero no se cual es su opinión”. “Mira, la recomendación que voy a hacer pone mi prestigio en juego, la persona debe ser apta y estar dispuesta a todo tipo de presiones y a llevar a cabo una vida ejemplar, veo en ti la facilidad de entender, llevas el Masnavi por dentro y puedes someterte a todo tipo de malos momentos por conseguir lo que Allah ha puesto como tus objetivos, pero el Shaij tiene la última palabra, durmamos pues que tenemos muy poco tiempo para que aprendas las reglas de la orden”, repuso Ibrahim.
Esa noche el entusiasmo volvió a Jaidar con mas fuerza, iba a poner todo su empeño en lograr entrar en la orden y en agradarle al Shaij. Esa noche durmió y un sueño lo estremeció, vio a Karima en una especie de limbo blanco, en ese limbo aparecían letras del Corán en árabe, de momento todo en ese limbo las letras y Karima se reducían en un punto y escuchaba que el todo era un punto. El sueño fue muy significativo ya que sentía un profundo amor por Karima y lo mismo pero en otra forma por la escritura, al despertar era la hora de la oración del amanecer y debía correr a efectuar la ablución. Al terminar se unió al rezo con Ibrahim.
Comenzaron las lecciones, primero hablaron un poco de la silsila o cadena de transmisión, es una cadena de maestros que comienza desde el Profeta Muhammad y termina con el maestro en turno, en la orden Mevlevi, al maestro se le llama por respeto Chelebi.
“La silsila continúa como en casi todas las ordenes sufies con Hazreti Ali, pasa por Hasan de Basra, quién vivió cerca de Ali y existe la idea de que el día en que Ali murió le transmitió el conocimiento de forma instantánea, es decir lo inició. Hasan tuvo muchos discípulos, entre ellos Habib Ayami, de ahí llegar hasta nuestro amado Pir Muhammad Mevlana Yalal Adin Rumi”, indicó Ibrahim, además, “en la orden me llaman Ibrahim Baba, o sea papá, porque ya llevo algunos años de derviche, mi empleo en la orden es el de cuidar el jardín, aunque estudié matemáticas e ingeniería militar, decidí renunciar a eso y dedicarme al comercio aquí y al jardín en la orden”.
Ibrahim Baba continuó con la historia del Pir, su padre Sultan Bajaudin Veled, era un gran jurista y sufi, era la combinación perfecta de la época. La ciudad natal de ambos, Balj, fue arrasada por Gengis Kan quién puso fin al Imperio de Balj, último vestigio del Imperio de Gazna. La familia de Rumi recorrió todo el centro de Asia, el Shaij Veled en cualquier pueblo o ciudad donde se detenía era invitado a quedarse como predicador y jurista, sin embargo la guerra los alcanzaba pronto. La familia detuvo su carrera en el territorio Selyucida, donde el Emperador en persona Alaudin Key Qobad, conociendo la fama de Veled los invitó a quedarse ofreciéndole a Sultan Veled la dirección de la madrasa o escuela religiosa de la ciudad de Konya. Mevlana aprendió el oficio de su padre y se convirtió en maestro de la madrasa, durante ese periodo fue a Damasco para complementar sus estudios religiosos durante cuatro años. De vuelta en Kenya, su fama como un a lama o jurista y maestro lo encumbraron como una autoridad en la ciudad y su buen carácter y disposición le ganaron el respeto tanto de musulmanes como de judíos y cristianos.
Sin duda una carrera en ascenso, cientos de discípulos una familia con hijos piadosos y cientos de visitantes de todo el mundo islámico. Sin duda pensaba que sería una continuación de la era dorada de la generación de su padre. Una generación dorada llena de contrastes, por un lado la máxima cantidad de sabios y santos que el mundo islámico vería por última vez reunida y por otro lado las hordas mongólicas asesinando y destruyendo todo a su paso. Tal vez ahora la misericordia de Allah sería completa, las hordas y los cruzados se detendrían y el mundo estaría en paz para reconstruirse. Pero no iba a ser de ese modo un hombre, curiosamente un Qalandar a quienes el y su padre criticaron duramente, hombres mugrosos desalineados y rebeldes, vagos sin empleo y limosneros, quienes llevaban la pobreza espiritual de forma literal al extremo. Un Qalandar ofensivo a la vista del gran maestro ahora director de la Madrasa de Konya.
Un día, viernes para ser exactos, Mevlana era llevado a la madrasa de regreso de la mezquita por uno de sus discípulos quien jalaba de la crin de su montura, el maestro impecablemente vestido en las mejores lanas, debe abrirse paso por la multitud que ha escuchado su impecable sermón y lo saluda y vitorea por las atestadas calles. Un Qalandar brinca para alcanzarlo y preguntarle, una de las peores preguntas de la teología de la época, una verdadera duda que tiene mas de 200 años vigente, “maestro, ¿Quién era superior el Profeta o Abu Yazid Bistami?” Sorprendente pregunta, la respuesta parece obvia pero hay un detalle entonces Mevlana responde “¿en que sentido?” y el Qalandar dice, “en el sentido de que el Profeta dijo Subjanallah, alabado sea Allah y Abu Yazid dijo subjani, alabado sea yo”, Mevlana respondió, “el Profeta era un océano del que Abu Yazid solo bebió una gota con la que quedó saciado y se vio asimismo como algo superior, pero el Profeta siempre será superior”
Entonces la calle tomó un color distinto la luz del sol amarilla se opacó por el azul y todo se borró solo dos hombres, dos grandes maestros que se revelaron el uno para el otro eran las únicas figuras visibles en su particular campo de visión, el encuentro de dos gigantes para los que ni toda la Tierra tiene cabida menos aún Konya.
Jaidar escuchó e hizo todas las cosas que Ibrahim Baba le pedía, al unísono le daba consejos lecturas en árabe y desde luego el Masnavi, en un momento Jaidar recordó el sueño y se lo platicó a Ibrahim, este le respondió con una sonrisa inmediata y le dijo que ese debía platicárselo al Chelebi.
Ibrahim le recomendó, “nunca se le da la espalda al Chelebi, nunca se interrumpe y nunca se adelanta una pregunta si no ha terminado de hablar, estas son algunos principios del adab con el Chelebi, el adab es la forma de comportarse y la actitud que se debe tener.” Ibrahim prosiguió, “aunque otras órdenes tienen puestos o posts bien definidos para cada miembro, la Mevlevi no los tiene, sin embargo, cada novicio por ejemplo debe servir 1001 días en la cocina, todos esos días los pasa en retiro durmiendo en su celda o Chile, algunos derviches renuncian por completo al mundo y se dedican toda la vida a la orden y no se les permite casarse, esto, no te preocupes, solamente en Konya y en Estambul se acostumbra, nuestra comunidad es muy pequeña.” En realidad si hay un puesto además del de el Shaij es el de Jazinagdar que es el superintendente de la Tekke, otros hacemos el jardín, limpiamos, la hacemos de sastres, de lavanderos y de cocineros.”
Continuaron las lecciones por la tarde y oraciones y diker personales, una de las devociones mas importantes es la del Sama, que significa el cielo, Ibrahim Baba lo puso al tanto. “Los pormenores de la ceremonia los aprenderás con el maestro del Sama o samazenbasi, en este caso es Jakub Baba, la vestimenta para el Sama nos distingue de entre todas las órdenes, la falda blanca, la camisa o dasta gul, representan la mortaja, el gorro o Sikke representa la lápida y la Jirka representa el féretro, de manera que cada ceremonia el derviche muere, el Samajane es la arena de la muerte y de la resurrección al liberarse de la Jirka renaces comenzando a girar.” “Existe el maestro de la música o sertaric, el coordina y dirige a los músicos, en primer lugar el Ney, el instrumento preferido del Pir Mevlana”.
Un día el Profeta y Ali se encontraban sentados en el pozo cerca de donde crecían unas cañas silvestres, entonces el Profeta le comentó, “si quieres recordar a Allah de la mejor forma debes hacerlo así”, el Profeta Muhammad volteó su cabeza hacia la derecha y dijo “La ilaja” y después volteó su cabeza a la derecha y completó la frase con “ilaAllah”. Este evento ocurrió en secreto apartados de la comunidad. Tiempo después el Profeta escuchó el sonido de una flauta que tocaba un niño al que le preguntó, “¿de dónde has obtenido esa caña?” El niño respondió que de cierto pozo en tal y tal lugar, entonces el Bendito Profeta respondió, “la caña ha aprendido el secreto que le confié a Ali.
Prosiguió Ibrahim Baba, “el Masnavi Sherif es el cantante, que improvisa partes del Masnavi, los demás instrumentos son el Kemanche, los Kudums el Daf y el Ud, pero basta ya de música y vamos a dormir”.
El domingo corrió como el sábado, después de dos días de interminables lecciones, Jaidar preguntó algo que lo tenía perturbado, “Baba, ¿es cierto que los Qalandari nos maldicen por que un Chelebi expulsó a Pir Yusuf Qalandar?, lo pregunto ya que estuve con ellos todo este año y porque Chelebi Shams era qalandar, no entiendo”. Con mucho gusto y con satisfacción de que el muchacho estuviera asimilando todo tan bien, el Baba contestó, “el caso del Pir Yusuf es muy particular y el se volvió qalandar después de que Pir Bektash lo expulsara también, el que va a ser maestro lo será sin importar que digan otros maestros del mismo o mayor nivel, Pir Yusuf tenía que ser expulsado para convertirse en lo que su destino le marcaba el Pir de los qalandari, juzgar con quién estuvo bien o quien fue el mejor es muy limitado y no tiene nada que ver con el Sufismo.” “La típica historia sufi, sin juzgar a nuestro Pir, el conocer a un hombre como Chelebi Shams es la mejor prueba de que nada es lo que parece, Pir Mevlana era un hombre de costumbres y modales religiosos muy estricto y Allah le mandó la mejor prueba, al maestro en ropas de qalandar que tanto había criticado, es irónico.”
La madrugada del lunes se prepararon para asistir al Jane, Jaidar iba vestido con ropa de algodón blanca que la esposa de Ibrahim había confeccionado e Ibrahim llevaba un gorro de lana cruda de camello. La Jane o casa estaba iluminada, con derviches entrando con los instrumentos en la mano y saludando Asalamu aleykum, Ibrahim indicó a uno de los derviches que llevara a Jaidar al cuarto del Shaij. En el cuarto del shaij había toda clase de decoraciones con temas coránicos en la pared, instrumentos musicales en vitrinas y un enorme turbante verde enrollado en un Sikke y toda clase de neys pequeños y grandes, no hubo tiempo para ver más ya que otros dos muchachos de la edad de Jaidar entraron en la habitación. El primero se llamaba Amir y el segundo Selim, al presentarse los tres se evidenció que eran aspirantes a convertirse en derviches, al primero lo iba a presentar Kemal Baba y al segundo lo presentaba Farudin Baba. Los tres intentaban guardar silencio pero Selim que era Kurdo, dijo “explíquenme, ¿Por qué se llama derga, jane o tekke?”, Jaidar contestó, “jane y tekke quieren decir casa una en farsi y la otra en turco y derga también es casa en farsi creo”.
En ese momento mas personas entraron y se fueron acomodando alrededor de la habitación, cuando el Jazinagdar entró y anunció al Chelebi, el Shaij al entrar se quitó el abrigo que un derviche inmediatamente tomó mientras le acomodaba el asiento, la sorpresa de Jaidar, era el dueño de la pastelería, Mujib, con quién había discutido el viernes, Jaidar quería escapar, sentía algo dentro de sí inexplicable, el Mujib volteó a verlo con una sonrisa con la que decía, “sabía que ibas a terminar aquí”.
Cada uno de los invitados fue presentado al Shaij, cada uno de los padrinos expuso las razones por las que podían ser derviches. Al terminar comenzó la ceremonia del Sama, los jóvenes entraron en un octágono con el piso de madera, en un extremo el Shaij sentado en un piel de borrego de color rojo, a su derecha el espacio para los músicos, a la derecha de los músicos el espacio para los invitados, donde se sentaron los tres muchachos. La ceremonia dejó conmovidos a los jóvenes que acabaron llorando, después se llamó a la oración del amanecer y al terminar esta se sirvió un desayuno abundante.
Los novicios fueron invitados a la mesa del Shaij y ahí cada quién relató su experiencia y sus sueños. Amir era de Ardabil siempre había querido ser derviche y además estudiaba derecho Islámico sunnita sin embargo hacía unos meses que había tomado la Shajada o testimonio con los Shia, el muchacho si que tenía la cabeza revuelta, pero una gran introspección. Su cambio al shiismo vino durante sus estudios, al ser una persona muy perspicaz y adelantada al resto de sus compañeros, cuestionaba a los maestros sobre asuntos muy puntuales de la fe. Por ejemplo, el sunnismo basa sus cánones en seis libros que se llaman los libros sagrados, estos son las colecciones de Jadices o tradiciones del Profeta Muhammad y sus compañeros, acerca de su vida y detalles no todos de carácter religiosos sino de experiencias y solución de problemas prácticos de la vida. Estos libros son conocidos por los nombres de sus autores, Bujari, Muslim, Tirmidi, Ibn Maya, Nisai y Abu Daud Sindyistani, para el jurista no hay diferencia en ninguno de los seis aunque se pueden contradecir entre ellos, ahí es donde intervienen los cánones y las reglas del derecho Islámico en búsqueda de la verdad y la concordia para la aplicación de sus enseñanzas en la vida diaria.
La discrepancia que Amir encontró o que nadie lo dejó satisfecho radicaba en lo siguiente, los jadices siempre son narrados por alguien, este alguien generalmente los escuchó de otra persona y esta de otra, así hasta el narrador auténtico que generalmente fue el Profeta, esto se llama la silsila o cadena de transmisión. El cuestionamiento era que en las colecciones de Bujari y Muslim existe un narrador que fue uno de los últimos compañeros del Profeta, a quién se le considera una autoridad en la narración y prácticamente se le localiza en el primer eslabón de la cadena, en la mayoría de los casos aparece como el depositario del Profeta, su nombre es Abu Jurayra, se le achaca la cuarta parte de los Jadices de cada una de las colecciones. Sobre el en el libro, el como autor menciona que aprendió cerca de 40000 jadices, pero que relata solo 1500 ya que no confiaba en su memoria, relata que solamente estaba con el Profeta no por aprender sino para que le diera de comer y únicamente trató al Profeta durante los últimos tres años de su vida. La pregunta ¿Por qué habiendo existido personas que vivieron con el Profeta veinte años, que vivían en su casa, no habían transmitido tanto conocimiento como Abu Jurayra? Por ejemplo Ali fue criado por el Profeta desde su nacimiento, Abu Bakr era amigo del Profeta desde su infancia, etc. No cuentan con tanto crédito como narradores y depositarios de la enseñanza del Profeta como Abu Jurayra. Esto en un corto plazo le costó la estancia en la escuela y finalmente se cambió al Shiismo.
La arrogancia mezclada con la ignorancia y la falta de paciencia son el peor enemigo de los maestros de ley, los libros no son la única fuente de conocimiento, como decía Abu Jafs Suhrawardi están la experiencia, la introspección y la atención profunda, combinada con los libros lo que genera el conocimiento verdadero y esto es lo que hace a un maestro.
Al parecer ni el Shaij ni nadie se sorprendió de tener a un candidato Shia, eso era lo de menor importancia. La buena disposición, la disciplina y las ganas de tener éxito era lo único que realmente importaba.
Selim en cambio, de formación Sunnita Janafi sin estudios formales, su familia se mudó a Ardabil hacía tres generaciones. Tres generaciones de sufis Bektashi, derviches en retiro, es decir, se iniciaron en Mahadab y abandonaban la orden años después para formar familia. La ironía, ahora Selim deseaba ser un Mevlevi practicante pero cerca de su casa no hasta el Kurdistán.
Tantas historias en tan poco tiempo, un microcosmos en cada individuo, cada uno tiene sus propias razones, una fuente interminable es la comunidad de Muhammad, cientos de pueblos, razas y creencias personales, millones de individuos que son quienes crean la historia.
El Shaij Mujib interpretó el sueño de Jaidar con un jadiz, “el Profeta le dijo a Ali el libro de Allah se resume en el Fatija, el Fatija se resume en el Bismilahi Rajmani Rajim, el Bismilahi Rajmani Rajim se resume en la letra B, y la B se resume en el punto de la letra B en árabe, el punto es el símbolo del Taujid o de la Unidad Divina, es Allah Quién abarca todo y la realidad de todo está representada por el punto.
Al terminar la tertulia, los tres jóvenes fueron llevados a conocer toda la Tekke, desde los lugares de oración, la turbe o tumba del maestro anterior y el Shaij Alaudin, el establo, la granja, el lugar para el qurban o sacrificio y los lugares para el Jalvet o retiro, dieciocho en total. La casa blanca era únicamente el comedor, con la mezquita y el recinto del sama.
El Shaij dejó instrucciones precisas para los novicios, el Jalvet debería comenzar cuanto antes, sin embargo el martes, se celebrará el Ashura con toda la comunidad, para que el miércoles los novicios entren al jalvet y comenzar los 1001 días de prueba que todo aspirante debe cumplir antes de convertirse en un Mevlevi.
El martes en la mañana la actividad de la Tekke era ardua, se celebraba el Ashura, en el que se conmemora el día de la liberación. Es un día para reflexionar, es el día que Allah distribuye su misericordia y se considera un triunfo para los creyentes. Se celebra el fin de un arduo trabajo y de las pruebas en las que el creyente se ha encomendado. Según la tradición Islámica es el día en el que bajaron las aguas después del diluvio y Noé pudo encontrar tierra, también se celebra la liberación del los hijos de Israel de manos del faraón, este día fue liberado Jonás del pez, Abraham fue liberado de Nimrod, Jesús subió al cielo y el Imam Husein nieto del Profeta Muhammad fue asesinado en la llanura de Karbala.
Para la celebración los sunnies preparan un postre llamado precisamente Ashura. Es una natilla en base arroz y trigo cocidos por separado que forman un atole en cierto punto durante la cocción se integran ambos granos formando la natilla final. Si no se hace en el momento preciso de la cocción las natillas se separaran. Al estar integradas se agrega azúcar, el postre conmemora el último alimento del arca de Noé, por eso se le agregan toda suerte de frutas secas y nueces para simbolizar una mezcla de los pocos ingredientes con los que el Profeta Noé pudo contar. Como en todas las natillas al comenzar la cocción, el almidón suele pegarse en el fondo por lo tanto hay que mover constantemente, los derviches aprovechan la ocasión para reunirse y participar de la preparación en un giro simbólico de la cuchara en el cazo. Todos tienen que pasar a mover la cuchara, incluso los nuevos.
La preparación dura todo el día y finaliza con las oraciones de la tarde en compañía del Shaij, quién supervisa la correcta integración de los granos y el punto de azúcar de la mezcla. Al final el guiso se reparte entre toda la comunidad y una olla completa se lleva al pueblo para convidar a todos los transeúntes. Los cantos finales, son cantos luctuosos que recuerdan la gesta del Imam Husein y sus compañeros martirizados, unos minutos de silencio provocan la reflexión de todos los derviches, Jaidar en ese momento piensa como todos los demás en una escena que lo hace sollozar, Amir tiene la faz roja por dos cosas el calor de la cocción y el llanto reprimido del emotivo momento, mientras Selim guarda un silencio reflexivo, pensando en las actividades del día.
La escena en la que Jaidar está pensando es así. Están en Karbala el Bendito Imam Husein y su hijo Ali Akbar, enfrentando al contingente de Ibn Saad, mientras el contingente retrocede Husain grita, “desgraciados sean ustedes seguidores de la dinastía de Abu Sufian, si no han aceptado ninguna religión y por esto no temen al día del juicio, entonces sean libres de hacer lo que quieran en su propio mundo”, peleó hasta que fue derribado por una piedra. Los enemigos dispararon sus flechas y lancearon su cuerpo hasta que un hombre le cortó la garganta, Habib Ibn Muzahir que estaba peleando cerca de ahí vió morir al Imam, y fuera de sí corrió gritando,” han matado a la simiente del Profeta, se atrevieron a asesinar al Imam”. Sin fijarse en otra cosa que no fuera el cuerpo del Imam, con ua espada y un pedazo de lanza eliminó a un jinete y a varios hombres de infantería hasta que llegó al cuerpo donde rodeado y sin pensar en otra cosa más que la desgracia sobre la familia del Mensajero murió en un llanto acribillado por flechas. El último vistazo de Jaidar en Karbala fue la hermana de Husein Zainab bint Ali tomando la mano del pequeño Zain, esa era toda la descendencia del Profeta en la Tierra que enfrentaba un futuro incierto como prisioneros de guerra.
Al terminar la ceremonia Jaidar y sus nuevos compañeros se retiraron a las habitaciones de la Tekke para esperar el día siguiente.